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En la antigüedad, las granadas eran veneradas como símbolos de prosperidad y fertilidad. En la actualidad, la fruta ha ganado un reconocimiento considerable por sus propiedades antimicrobianas, antivirales y anticancerígenas. Todo como resultado de sus potentes antioxidantes.
La granada (Punica granatum) es un pequeño árbol originario del Medio Oriente. Ahora también se encuentra en el Mediterráneo, China, India, Sudáfrica y Estados Unidos. El fruto de la granada consta de tres partes: cáscara, semilla y jugo. La cáscara se utiliza tradicionalmente como remedio natural para enfermedades infecciosas.
6 efectos terapéuticos de la granada
El color rojo de la fruta proviene de pigmentos vegetales llamados polifenoles que funcionan como antioxidantes. De hecho, los estudios confirman que la granada es una rica fuente de compuestos bioactivos con capacidad antioxidante. Las investigaciones señalan que esta fruta tiene beneficios significativos en diversas condiciones de salud, incluida la prevención del cáncer. A continuación, seis hallazgos importantes de la granada identificados en investigaciones científicas recientes.
- En la diabetes, la granada tiene efectos hipoglucemiantes.
- El enjuague bucal con extracto de granada es eficaz para reducir la acumulación de placa dental y la gingivitis.
- El jugo de granada posee propiedades antioxidantes, antihipertensivas y anti-ateroscleróticas.
- Las granadas se han convertido en uno de los agentes quimiopreventivos y anticancerígenos más potentes. Se ha evidenciado que inhiben el proceso de carcinogénesis. Esto incluye el inicio, la promoción y la progresión del cáncer. Específicamente provocan la muerte de esta célula maligna e inhiben el desarrollo y la progresión del tumor.
- La ingesta de granada a largo plazo es efectiva para mejorar las enzimas hepáticas en adultos con obesidad y trastornos metabólicos. Estos adultos tienen más probabilidades de tener enzimas hepáticas elevadas debido a algún grado de lesión en el hígado.
- El extracto de granada posee efectos antihipertensivos, antiaterogénicos* y cardioprotectores. Se destacan los efectos beneficiosos de esta fruta en la presión arterial, la elasticidad arterial y la composición corporal. Todos ellos factores de riesgo potenciales en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
*Evita la formación de placas de grasa dentro y sobre las paredes de las arterias.
Recomendaciones para comprar granadas
Si compras la fruta fresca, debes elegir las que se sientan pesadas para su tamaño. El peso se debe principalmente a los arilos o granos rojos. Un arilo es el tejido carnoso y transparente que recubre la semilla de granada. Cuando esta piel se rompe, las semillas liberan una pulpa roja y jugosa.
Observa en detalle la piel de la fruta. Ésta debe verse tensa, fina y suave. Las granadas deben almacenarse en un lugar oscuro y fresco. Las frutas frescas permanecen intactas hasta dos meses en el refrigerador.
Cómo abrir una granada en siete pasos
- Para abrir una granada, primero corta ambos extremos. Es posible que veas las membranas que dividen el interior de la fruta.
- Corta la piel de arriba a abajo a lo largo de las membranas.
- Luego, corta lo suficientemente profundo como para atravesar la piel y la membrana blanca sin cortar las semillas de granada.
- Sostén la granada sobre un recipiente con agua y sepárala con los dedos.
- Retira las semillas de la membrana y la piel, dejándolas caer en el recipiente con agua. La membrana flotará hasta la superficie del agua y las semillas se hundirán hasta el fondo.
- Retira la membrana y deséchala.
- Escurre el agua de las semillas. Puedes quitar las semillas de una granada y presionarlas para que suelte el jugo de la fruta.
Contraindicaciones
- Debido a que la granada puede reducir la presión arterial, consulta con tu médico si tomas medicamentos para la presión arterial. Los dos juntos podrían reducirla demasiado.
- La granada podría disminuir la velocidad en la que el hígado descompone algunos tipos de medicamentos. Esto incluye medicamentos para reducir el colesterol como las estatinas.
- La granada puede interactuar con el anticoagulante warfarina, disminuyendo el efecto anticoagulante y aumentando las posibilidades de coagulación.
- Algunas personas pueden experimentar problemas digestivos como diarrea al comer granadas.
- Aunque probablemente no comas la raíz, el tallo ni la cáscara, consumir demasiadas de estas partes de la fruta puede no ser seguro.
Carmen M. Pérez Velázquez