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Los medicamentos anticoagulantes ayudan a prevenir la formación de coágulos sanguíneos. La sangre se coagula para detener un sangrado, evitando una hemorragia. Si los coágulos entran en tus vasos sanguíneos, pueden causar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Los anticoagulantes no pueden romper los coágulos que ya se han formado. Sin embargo, evitan que los coágulos existentes se agranden. Los anticoagulantes los toman las personas:
- con válvulas cardíacas artificiales
- con fibrilación auricular (latidos cardíacos irregulares)
- que han tenido un infarto
- que tienen enfermedades del corazón, como cardiopatía
- que están a riesgo de desarrollar coágulos de sangre
Algunos de los anticoagulantes más recetados son (nombre comercial entre paréntesis):
- Apixabán (Eliquis®)
- Dabigatrán (Pradaxa®)
- Edoxabán (Lixiana®)
- Rivaroxabán (Xarelto®)
- Warfarina (Coumadin®, Jantoven®, Aldocumar®)
Toronja y Jugo de Toronja
No tomes el medicamento con jugo de toronja fresco o congelado. Tampoco consumas toronja fresca al tomar el medicamento. Esta combinación, puede aumentar, o disminuir (menos común), los efectos del medicamento. Hay varias sustancias en la toronja que interfieren con la forma en que tu cuerpo maneja el medicamento. Tan solo un vaso de jugo de toronja de 8 onzas (250 mililitros) puede causar un aumento en el nivel del anticoagulante y los efectos pueden durar tres días o más. La gravedad de esta interacción puede variar según cada persona, dependiendo el medicamento y la cantidad de jugo de toronja o de fruta que se consuma. Consulta con tu médico o farmacéutico por si el anticoagulante recetado requiere o no de este control.
Vitamina K
Una de las funciones principales de la vitamina K es promover la formación de los coágulos de sangre. Esta tarea es crucial al momento de sufrir un accidente donde la piel se corte. Al comenzar a sangrar, una serie de reacciones (cascada de coagulación) forman un coágulo de sangre que detiene el flujo de ésta y evita una hemorragia. Cuatro de las proteínas involucradas en la cascada de coagulación son dependientes de la vitamina K. Es decir, este proceso se beneficia de la presencia de la vitamina K, interfiriendo con la función del medicamento. Si vas a tomar suplementos de vitaminas, pregúntale a tu médico cuál debes tomar y cuándo.
Hortalizas Verdes. En nuestra alimentación, la vitamina K proviene en gran parte de los alimentos vegetales. Excelentes fuentes de este nutriente (110 microgramos o mas por servicio) son las espinacas, las hojas de nabo (turnip greens), el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo, la acelga (swiss chard) y la col rizada (collard greens & kale). Buenas fuentes (40 – 100 microgramos por servicio) incluyen la lechuga, habichuelas soja, aceite de soja, cebollines frescos, hojas frescas de achicoria (chicory greens), endivia, berro fresco, hojas de mostaza, hojas de remolacha, berza fresca, hojas de dientes de león (dandelion greens), perejil fresco y hojas de amaranto. De ser necesario controlar la ingesta de alimentos ricos en vitamina K, los que debes evitar son las fuentes clasificadas como excelentes. Consulta con tu médico o farmacéutico por si el anticoagulante recetado requiere o no de este control.