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El sistema óseo o esquelético de un adulto humano está compuesto de huesos, cartílagos, tendones y ligamentos. Tenemos 206 huesos o hasta 208 a causa de variaciones anatómicas, por ejemplo, en el número de las vértebras. Los huesos proporcionan el sostén para el cuerpo, ayudan a darle forma, protegen los órganos internos de daños y almacenan nutrientes esenciales como el calcio y el fósforo. Con estas funciones nos podemos imaginar la importancia de mantener una buena salud ósea. Una forma correcta de hacerlo es evitando el consumo de ciertos alimentos o sustancias que ejercen efectos negativos en los huesos, como los cinco a continuación.
- Sal – El exceso de sal conduce a una mayor excreción de calcio en los riñones. Varios estudios señalan que las personas que consumen más sal de lo requerido tienen menor densidad ósea comparados con los que consumen mucha menos sal. Un estudio publicado en enero 2021 en Scientific Reports (volumen 11:1) encontró efectos dañinos en los huesos con dietas altas en sal. El estudio señaló que el consumo excesivo de sal interrumpe el balance de calcio, aumenta la pérdida de hueso y aumenta el riesgo a fracturas.
- Cafeína – El consumo excesivo de esta sustancia es enemigo de los huesos. La cafeína filtra el calcio de los huesos, haciéndolos quebradizos. Es decir, reduce la absorción de calcio y aumenta su eliminación. La cafeína es la principal causa de la disminución en densidad ósea, particularmente en las mujeres. En ese particular los resultados de una investigación publicada en 2022 (Gülhane Medical Journal) sugieren que a mayor ingesta de cafeína menor es la puntuación T en la densitometría ósea del cuello femoral en mujeres post-menopaúsicas. Esta situación aumenta los riesgos de osteoporosis en mujeres que se encuentran en la menopausia.
- Refrescos – Las bebidas carbonatadas o gaseosas son ricas en ácido fosfórico. Esta sustancia se utiliza como saborizante produciendo un agradable sabor ácido y como regulador de la acidez en estas bebidas. El ácido fosfórico aumenta la acidez de la sangre, causando el desgaste del calcio en los huesos y tornándolos quebradizos. Un estudio publicado en febrero de 2020 en Nutrients indicó que el consumo diario de refrescos duplica el riesgo de fracturas.
- Alcohol – dificulta la función de las células formadoras de huesos (osteoblastos) limitando la absorción del calcio por los huesos y disminuyendo la densidad ósea. El consumo excesivo de alcohol, podría retrasar el proceso de curación de fracturas, aunque depende de las lesiones óseas afectadas (Archives of Osteoporosis, 2018; Psychiatric Investigation, 2020; Era’s Journal of Medical Research, 2020).
- Proteína animal – El consumo de proteínas ricas en amino ácidos azufrados, derivados principalmente de proteína animal, puede aumentar la acidez fisiológica. Una de las respuestas de nuestro cuerpo para neutralizar el ácido es mover los minerales alcalinos que están en los huesos hacia los fluidos corporales. Este movimiento se logra con una mayor actividad de las células que descomponen y remodelan el hueso (osteoclastos), creando un desequilibrio de calcio. Algunos estudios añaden, que también ocurre una disolución directa del carbonato de calcio óseo por la exposición al ambiente ácido. Un desequilibrio de calcio por mucho tiempo podría tener un impacto negativo en la salud ósea a largo plazo. (Proceedings of the Nutrition Society, 2020)