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Un patrón de alimentación adecuado y un estilo de vida saludable son los mejores proyectos para prevenir enfermedades, o reducir el curso de alguna. La mayoría de los problemas de salud no comienzan con un solo evento, son una combinación de factores. Algunos no están bajo nuestro control como el historial familiar, el género y la edad; pero muchos otros sí.
La mayoría de las enfermedades o malestares en el sistema gastrointestinal (SGI) están relacionadas a nutrición. Si sientes malestar al comer o luego de comer, si tienes un problema de salud que interfiere con la digestión de los alimentos o con la absorción de los nutrientes, se va a afectar tu estado nutricional. Mantener el SGI en buena forma es fundamental para que aproveches al máximo todos los alimentos que comas y para que protejas tu función inmune. Para lograr una salud digestiva óptima sigue las siguientes recomendaciones.
- Consume una alimentación balanceada. Selecciona una variedad de alimentos, especialmente frutas, vegetales, legumbres (habichuelas), cereales de grano entero, así como yogur y agua.
- Establece una rutina al comer. Consume comidas a horarios regulares, para ayudar a promover movimientos intestinales consistentes.
- Consume comidas pequeñas y más frecuentes. Planifica de cuatro a cinco pequeñas comidas por día en vez de tres comidas grandes.
- Mastica más. La digestión comienza en la boca. Mastica completamente los alimentos que requieran masticación. La masticación puede ayudar en el proceso de romper algunos nutrientes.
- Ingiere una bebida al comer, preferiblemente agua. Los líquidos ayudan a mover los sólidos a través del sistema digestivo.
- Llena la mitad del plato con frutas y vegetales. Estos alimentos ricos en fibra aportan también prebióticos que promueven el crecimiento de bacterias “buenas” en el trato digestivo.
- Ingiere yogur o kéfir diariamente. Estos alimentos contienen probióticos que ayudan a promover la digestión.
- Relájate luego de comer. Dale a tu cuerpo tiempo para digerir la comida antes de estar activo nuevamente.
- Mantente en movimiento. Incluye actividad física en tu rutina diaria para ayudar a promover la salud digestiva. Actividades leves como estirarte y caminar, te ayudarán.
- Evita comer en exceso. Lo importante no es sólo lo que comes, sino también la cantidad. La ingesta excesiva coloca una carga innecesaria al sistema digestivo. Practica una alimentación consciente e intuitiva para ayudar a prevenir esa segunda (o tercera) ración que probablemente no necesitabas de todos modos.
Carmen M. Pérez Velázquez