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La mayoría de las personas en dietas de reducción de peso se enfocan solamente en la cantidad de peso que van perdiendo. Sin embargo y aunque suene contradictorio, hay otras señales que son más importantes que la pérdida de peso.
La pérdida de peso proporciona información fantástica, pero no representa todos los cambios que tu cuerpo, mente y espíritu experimentan. Algunas de estas señales reveladoras al bajar de peso que no requieren que te peses en una báscula son los siguientes.
- Menos centímetros o pulgadas. Observarás cómo disminuye la circunferencia de tu cadera, cintura y brazos. Son señales de que estás bajando de peso.
- Más energía y vitalidad. Sentirte más enérgico es otra manera de medir el éxito. Evalúa, ¿cómo te sientes a lo largo del día?, ¿cómo es tu rendimiento en el trabajo o en las tareas del hogar?, ¿cómo es tu resistencia para hacer actividad física? Observarás como adquieres más energía al pasar el tiempo.
- Disminución de grasa abdominal. Por mínima que sea la perdida de peso, eliminarás algo de la grasa que está alrededor de los órganos y que puede dañarlos. Esto te ayudará a disminuir el riesgo a diabetes y enfermedades cardiovasculares.
- Mejor calidad del sueño. Muchas personas indican que al consumir alimentos más saludables duermen más horas sin interrupciones o sobresaltos y se levantan más descansadas. Los estudios indican que, al perder peso, aunque sea poco, se añaden en promedio 22 minutos más de sueño. Dormir mejor te da más energía y ayuda a regular el apetito, lo que te impulsa a perder más peso.
- Cambios positivos en la piel. Al comer alimentos frescos y saludables aumentas el consumo de vitaminas, minerales y antioxidantes, beneficiando tu piel. Algunas personas observan su piel más iluminada, tersa, hidratada, menos irritada y con un tono más brillante.
- Ropa más cómoda. Observarás que puedes ponerte esa ropa que antes no te servía. Podrás abotonar o cerrar el zipper de losjeans. Sentirás la ropa más cómoda y holgada.
- Mejor estado de ánimo. Los alimentos saludables tienen ciertos nutrientes que mejoran el estado de ánimo. Observarás que estarás más animado y con menos cambios drásticos de humor. Algunos estudios indican que una perdida pequeña de peso tiene efectos positivos en la salud mental.
- Más confianza y seguridad en ti mismo. Te sentirás capaz de tener éxito en otras áreas de tu vida. Serás más amable contigo mismo cuando te miras al espejo. Inicia esta evaluación observando primero tu interior y luego evalúa tu exterior. Sentirás que tienes mejor autoestima.
- Mejor digestión. Te sentirás menos “hinchado” y con menos o ninguna acidez estomacal. Percibirás como se mejora tu digestión al reducir el consumo de alimentos ultra-procesados y al tomar más agua.
- Mejor salud física en general. Algunas personas indican que tienen menos dolores de espalda baja y logran hasta doblarse sin dificultad. Estos progresos son ganancias para reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas.
- Más resistencia física. Podrás subir las escaleras con más rapidez y sin falta de aire. En la medida en que avances notarás que puedes hacer actividad física por más tiempo sin cansarte demasiado.
- Más resiliencia. Aunque la semana haya sido difícil, aun estás alimentándote saludablemente. Aunque no hayas cumplido con todas las recomendaciones, lo intentarás la próxima semana. Observarás que tienes la capacidad de seguir adelante, incluso frente a desafíos, estancamientos y frustraciones; de trabajo, salud o familiares.
- El azúcar en sangre se estabiliza. Este cambio se conoce como ‘mayor sensibilidad a la insulina’. Este logro permite a tu cuerpo controlar mejor y estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
- Menos molestias en las articulaciones. El peso juega un rol importante en la presión de las articulaciones, ya que pone estrés en éstas. Por cada kilogramo (2.2 libras) de peso que tengas adicional al peso saludable, pones una presión de casi 9 kilogramos (19.8 libras) más en tus articulaciones.
- Corazón más protegido. Al comenzar a perder peso se aumentan poco a poco los niveles de colesterol bueno y disminuyen los del colesterol malo.
- Disminución en la presión sanguínea. Cuando tienes más peso de lo saludable, el corazón debe trabajar más para llevar sangre a todos los rincones de tu cuerpo. En ese particular, la pérdida de peso, aunque pequeña, ayuda a disminuir la presión sanguínea. En consecuencia, tu corazón se esforzará menos.
Así que además de monitorear tu peso en kilogramos o libras, evalúalo observando los cambios en tu cuerpo, mente y espíritu.
Carmen M. Pérez Velázquez