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La vida en la Tierra depende de niveles apropiados de pH dentro y alrededor de las células y organismos vivos. La vida humana requiere un nivel de pH en el suero estrictamente controlado de aproximadamente 7.4 (7.35 a 7.45) para sobrevivir. La dieta alcalina está basada en ese hecho, lo cual hace de nuestro organismo uno levemente alcalino. Los autores de esta dieta creen que los seres humanos evolucionamos en una dieta formadora de álcali, diferente a las dietas de hoy día que pueden conducir a la acidosis. Argumentan, que los excesos de cereales y productos animales son la causa de la sobrecarga de ácido ya que no se ajustan a los requisitos nutricionales determinados genéticamente.
Con el envejecimiento, hay una pérdida gradual de la función del riñón para regular la proporción entre ácido y base en nuestro organismo. Esta situación junto a la alimentación moderna podría crear problemas de salud. En dietas ácidas el riñón se ve obligado a excretar una alta carga ácida, lo que provoca cambios en su estructura. Aunque en la química sanguínea no se producen cambios considerables, sí se producen muchos cambios en la química urinaria. Los niveles urinarios de magnesio, citrato y pH disminuyen, mientras que los de calcio, ácido úrico y fosfato aumentan. Este desequilibrio aumenta el riesgo de cálculos (piedras) renales y daño al riñón. Además, la sobrecarga ácida resulta en desgaste muscular, desgaste óseo (osteoporosis), hipertensión, resistencia a insulina y disminución en la función inmune.
Alimentos que producen carga ácida
Los alimentos pueden influir en la acidez o alcalinidad de la orina. El exceso de proteína, fósforo, cloro y ácidos orgánicos son las fuentes principales de la carga de ácido en el sistema urinario. Los alimentos que potencialmente producen esta carga ácida son:
- Proteína: carne, pescado, aves, crustáceos, huevos, quesos, maní, mantequilla de maní
- Grasas: tocineta, semillas, nuez de nogal (walnut), aderezos cremosos
- Cereales: todo tipo de pan, avena, pastas, arroz, trigo, centeno, listos para comer
- Dulces: gelatina, postres, pudines, dulces, bizcochos, donas, chocolate
- Productos lácteos
Alimentos que mantienen el pH alcalino
La dieta alcalina consiste en consumir diariamente mayor cantidad (80%) de alimentos que mantengan el pH alcalino. Algunos investigadores consideran que esta dieta puede ser una alternativa saludable especialmente para las personas con diabetes o con condiciones renales. En ese particular se ha encontrado que una dieta más alcalina mediante un alto consumo de frutas y vegetales en personas con enfermedad renal crónica disminuye los niveles de marcadores de lesión renal y de albúmina urinaria.
Otros beneficios de la dieta alcalina, según las investigaciones
- Mejorar la proporción de potasio versus sodio beneficiando la salud ósea, reduciendo el desgaste muscular y mitigando otras enfermedades crónicas como la hipertensión y el accidente cerebrovascular.
- Mejorar la salud cardiovascular hasta la memoria y la cognición por el aumento resultante de la hormona del crecimiento.
- Aumentar el magnesio dentro de la célula, necesario para el funcionamiento de muchos procesos como la activación de la vitamina D.
Los alimentos que mantienen el pH alcalino son:
- Grasas: nueces en general, excepto la nuez de nogal
- Vegetales: todos incluyendo las papas
- Frutas y jugos (100%): todas, especialmente dátiles, higos, guineo, manzana, ciruelas, pasas, melocotones secos y grosellas
- Especias o hierbas: todas, especialmente orégano, perejil, albahaca, eneldo, menta y polvo de curry
- Azúcar blanca y miel
- Bebidas: café, vino tinto, vino blanco
Referencias principales
Schwalfenberg, G. K. (2011). The Alkaline Diet: Is There Evidence tha an Alkaline pH Diet Benefits Health? Journal of Environmental and Public Health, 2012 (727630): 7 pages DOI:10.1155/2012/727630
Yari, Z. & Mirmiran, P. (2018). Alkaline Diet: A Novel Nutritional Strategy in Chronic Kidney Disease? Iranian Journal of Kidney Diseases, 12(4): 202-208.