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La gastritis es la inflamación de la mucosa del estómago. La mucosa es la capa o revestimiento que protege al estómago de los ácidos producidos al comenzar la digestión de los alimentos. Sin esta capa de los ácidos producidos desintegrarían el estómago. Los síntomas generales de la gastritis son: presión abdominal, vómitos, dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas, sensación de saciedad, eructos, mal sabor en la boca, diarrea y flatulencia. La gastritis se nombra según su etiología, a continuación, las mas comunes.

• Aguda que dura poco tiempo y su causa suele ser variada.
• Atrófica es la gastritis que causa inflamación crónica en el estómago. Este tipo de gastritis provoca la pérdida de las glándulas de la mucosa que producen los jugos gástricos y las enzimas, requeridos para la digestión. Es tan devastadora esta gastritis, que daña casi o en su totalidad la mucosa y está asociada al desarrollo de cáncer de estómago. 
• Autoinmune, la cual destruye las células parietales del estómago causando deficiencia de vitamina B12 y, en consecuencia, anemia perniciosa.
• Bacteriana causada por la bacteria Helicobacter pylori resultando en ocasiones en gastritis crónica de evolución progresiva y larga, causando úlceras y sangrados estomacales.
• Erosiva por el uso excesivo de aspirina o antiinflamatorios, que por lo general se manifiesta con hemorragia.
• Inducida por alcohol que puede resultar en gastritis hemorrágica.
• Por reflujo biliar, donde la válvula pilórica (ubicada a la salida del estómago) no se cierra de manera adecuada y la bilis fluye hacia el estómago provocando inflamación de la mucosa que lo recubre.

Una alimentación no adecuada puede contribuir a que se manifieste la gastritis y a la severidad de sus síntomas, retrasando el proceso de curación. También, ajustar la alimentación es un paso importante para ayudar a que el revestimiento del estómago sane y evitar que se desarrolle inflamación o que regrese. Las recomendaciones nutricionales y de alimentación enfatizan en:

1. Proveer adecuada hidratación a través del consumo de mucha agua (seis a ocho vasos al día). El agua no aumenta la producción de ácido estomacal ni provoca ardor. 
2. Consumir comidas y meriendas pequeñas con más frecuencia cada día. Este patrón de alimentación ayuda a aumentar el flujo sanguíneo al estómago, lo que estimula la curación. Además, ayudan a amortiguar los efectos del ácido en el estómago.
3. Aumentar el consumo de ácidos grasos Omega-3, los cuales tienen un efecto protector al disminuir la inflamación y mejorar la salud digestiva. 
4. Monitorear los niveles de vitamina B12, hierro y calcio.
5. Esperar tres horas después de ingerir comidas o meriendas antes de volver a comer.
6. Evitar acostarse durante las tres a cuatro horas después de comer, para hacer la digestión por completo.
7. Disminuir el consumo de café y cafeína. El café no causa problemas estomacales ni úlceras en la mayoría de los casos, pero generalmente empeora los síntomas de la gastritis, incluso el descafeinado. El café es ácido por naturaleza y puede aumentar la sensación de ardor. Además, la cafeína puede empeorar los problemas gastrointestinales en general para algunas personas. 
8. Limitar el consumo de alimentos fritos o con grasa como el chorizo, salchichón, tocino, embutidos, 
9. Limitar el consumo de bebidas carbonatadas, gaseosas o efervescentes, incluida la malta (cerveza negra) y el agua con gas.
10. Disminuir u omitir el uso de sustancias erosivas como el alcohol, tabaco, aspirina y medicamentos antiinflamatorios.
11. Disminuir el consumo de especias o condimentos picantes o calientes. Aunque no causan gastritis ni úlceras, pueden empeorar los síntomas. Por ejemplo, pimientos picantes, chile, pimienta roja (cayena) o negra, curry, paprika picante, salsa picante, semilla de mostaza y nuez moscada. 
12. Limitar el consumo de jugos y frutas cítricas. Las investigaciones sugieren que estos alimentos desencadenan la liberación de neurotransmisores químicos que causan dolor en personas con inflamación en el estómago.
13. Limitar el consumo de los alimentos que producen los síntomas de gastritis. Algunas personas no toleran las salsas o dips con tomate o quesos. Los tomates son ácidos y pueden irritar el estómago sensible. Otras personas no toleran los teses, particularmente el de hierbabuena, menta, negro y verde.
14. Evaluar la reacción personal a los productos lácteos, incluidos el yogur, el kéfir, el queso crudo y la leche cruda. Algunos estudios indican que estos alimentos aumentan la producción de ácido en el estómago, empeorando los síntomas de la gastritis.

No todos los alimentos afectan a las personas con gastritis de la misma manera. Necesitarás identificar cuáles alimentos empeoran tus síntomas, para limitar u omitir su consumo.

Carmen M. Pérez Velázquez