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No es ningún secreto que la inflamación crónica (por mucho tiempo) puede ser perjudicial para la salud. Ésta se ha relacionado con muchas enfermedades como el cáncer, diabetes, depresión, Alzheimer, enfermedades cardíacas y autoinmunes. La inflamación crónica de bajo grado es lo que sucede cuando la respuesta de defensa de nuestro cuerpo se queda ‘pegada’, dejándonos en un estado de alerta constante casi imperceptible para nosotros.
Hay varios alimentos y sustancias alimenticias que pueden aumentar y perpetuar la inflamación crónica de bajo grado en nuestro cuerpo. De todos los alimentos y sustancias estudiadas, el azúcar es quien encabeza esta lista. El consumo excesivo de azúcar conduce a inflamación. Los cinco mecanismos principales que explican cómo el consumo excesivo de azúcar causa inflamación en nuestro cuerpo son los siguientes:
- La combinación en nuestra sangre de azúcar con proteínas o grasas provenientes de alimentos crean compuestos dañinos llamados ‘productos finales de glicación avanzada’ (AGEs, siglas en inglés). Excesiva cantidad de estos compuestos en nuestra sangre conducen a inflamación en todo el cuerpo.
- El azúcar reduce la diversidad microbiana de nuestro intestino, causando que se vuelva más permeable, es decir, que deje pasar agua o líquidos al torrente sanguíneo. Esta situación permite que las bacterias y otras partículas inflamatorias ingresen a nuestra sangre con facilidad, creando estados inflamatorios en nuestro cuerpo.
- El azúcar causa que aumente el nivel de colesterol ‘malo’ (LDL) en sangre. El exceso del LDL se deposita en las paredes arteriales, estimulando una respuesta inflamatoria. De continuar el consumo de azúcar en exceso, persistirá el estado inflamatorio, que eventualmente ocasionará aterosclerosis.
- El azúcar puede inducir a un deterioro de la función del sistema inmunológico provocando la activación de las células T ayudantes. Estas células liberan moléculas llamadas citosinas (pro-inflamatorias) que envían mensajes a otras células para crear una respuesta inmune. De continuar el consumo de azúcar en exceso se perpetúa el proceso inflamatorio ya iniciado por las células T ayudantes.
- El azúcar puede causar aumento de peso. El sobrepeso y la obesidad caracterizados por un exceso de grasa corporal, crean resistencia a la insulina. ¿El resultado de esta situación? Lo has adivinado: inflamación.
Recomendación. La clave para controlar el consumo de azúcar está en informarnos a través de la revisión de las etiquetas de los alimentos. Debes leer el renglón de las azúcares añadidas en la etiqueta. Si el alimento, bebida o producto alimenticio tiene 3 o más gramos de azúcar añadida, es muy probable que cause inflamación. Un máximo de 25 gramos de azúcares añadidas diarias, es una cantidad aceptable para evitar la inflamación.
Referencia principal: Ma, X., Nan, F., Liang, H., Shu, P., Fan, X., Song, X., Hou, Y. & Zhang, D. (2022). Excessive Intake of Sugar: An Accomplice of Inflammation. Frontiers in Immunology, 13:988481. DOI:10.3389/fimmu.2022.988481