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El cuerpo humano produce más de 5,000 enzimas diferentes. Estas moléculas facilitan la descomposición de los alimentos en sus bloques de construcción más pequeños y absorbibles.
Cada enzima es específica para un tipo particular de nutriente y reacción. Por ejemplo, una enzima que digiere proteínas, no puede descomponer las grasas, azúcares o fibra. Otro ejemplo, es que se requieren diferentes enzimas para romper los enlaces en distintos puntos de la estructura de una proteína.
Estas características destacan que una enzima solo ayudará a mejorar la digestión de un nutriente, si es la enzima correcta para el tipo de nutriente que causa el problema. De manera similar, las enzimas digestivas comerciales ayudarán a mejorar los síntomas digestivos están relacionados con la digestión inadecuada de nutrientes particulares.
Es importante que estés seguro que el problema de digestión que tienes con ciertos alimentos es realmente la causa de la hinchazón, gases, diarrea o problemas digestivos que padeces. De no ser así, el tomar las enzimas digestivas no hará ningún efecto. Por el contrario, estarías ocultando y dejando sin atención médica una condición de salud diferente.
¿Quiénes necesitan tomar enzimas digestivas? Las personas que tienen síntomas gastrointestinales adversos o deterioro en las funciones digestivas para los siguientes seis nutrientes.
- Lactosa. Es un azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Cuando las personas no producen la enzima lactasa en el intestino delgado, la lactosa no se absorbeadecuadamente en el intestino. Esto provoca gases, hinchazón y diarrea varias horas después de consumir el alimento con lactosa. Tomar enzimas de lactasa en cápsulas o tabletas antes o con el primer bocado de productos lácteos puede ayudar a prevenir estos síntomas. Se estima que el 75% de las personas en todo el mundo experimentan cierta disminución en la actividad de la lactasa durante la edad adulta.
- Fructosa. Es un azúcar que se encuentra en ciertas frutas y edulcorantes como la miel, agave y el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa. Los refrescos, jugos y dulces pueden ser también fuentes concentradas de fructosa. Cuando no están presentes los receptores en el intestino delgado para absorber la fructosa, podrías tener gases, hinchazón y diarrea varias horas después de consumir el alimento con fructosa. Tomar la enzima xilosa isomerasa (conocida como glucosa isomerasa) justo antes de comer alimentos que contienen fructosa, ayuda a prevenir estos síntomas.
- Fructanos. Son un tipo de carbohidrato que se encuentra en las cebollas, ajo, alcachofas, jícama, trigo, cebada y centeno. También se encuentra en un tipo de fibra llamada inulina (o fibra de raíz de achicoria), que se añade a algunos alimentos procesados. Los seres humanos no tenemos enzimas para descomponer los fructanos. A las personas sensibles les produce un dolor de gases incómodo e hinchazón varias horas después de consumirlos. Desafortunadamente, no hay suplementos de enzimas disponibles comercialmente que sean ayudas digestivas efectivas para alimentos que contienen fructanos.
- Sacarosa, también conocida como azúcar blanca. La intolerancia a la sacarosa no es tan común. Los síntomas son similares a los de la intolerancia a la lactosa y a la fructosa. Estos aparecen varias horas después de consumir ciertas frutas, vegetales, jugos, alimentos y bebidas endulzadas con sacarosa. Una enzima llamada sacrosidasa está disponible con receta para personas diagnosticadas con intolerancia a la sacarosa. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de aliento o con biopsia intestinal.
- Galactooligosacáridos. Son carbohidratos complejos que se encuentran en ciertos alimentos de origen vegetal. Por ejemplo, coles de Bruselas, garbanzos, frijoles, guisantes, remolachas y anacardos. Los humanos no producimos la enzima necesaria para digerir estos carbohidratos. La enzima alfa-galactosidasa, está disponible como un suplemento dietético (Beano) para esta condición. Se ha demostrado en estudios controlados que reduce significativamente el gas intestinal asociado con la ingesta de frijoles.
- Grasas. Se digieren principalmente a través de la enzima lipasa, que se produce en el páncreas. En los casos en que el páncreas no produce o secreta suficiente lipasa, la digestión de las grasas queda incompleta. Esto provoca malabsorción de grasas con síntomas como heces flotantes, anaranjadas o aceitosas, diarrea, gases malolientes y pérdida de peso. Si bien los suplementos de enzimas digestivas de venta libre generalmente incluyen lipasa entre sus ingredientes, la dosis no suele ser suficiente para tratar eficazmente el problema. En estos casos se recomienda reemplazarlas con una prescripción médica de las enzimas, dosis y frecuencia correspondiente.
Para aquellos con problemas con el gluten
Comercialmente se vende un suplemento digestivo llamado “enzima que degrada el gluten”, conocido también como “glutenasa”. Por lo general, está dirigido a personas con enfermedad celíaca o presunta intolerancia al trigo o gluten y que necesitan llevar una dieta libre de gluten. Debido a que no existe una enzima digestiva humana real llamada “glutenasa”, estos productos no imitan o reemplazan una enzima deficiente en el cuerpo humano.
El ingrediente más común en estos productos es la dipeptidil peptidasa IV o DPP IV. Este ingrediente apenas se ha estudiado en humanos. Además, los datos disponibles sugieren que no degrada el gluten lo suficiente, para que sea seguro en personas con enfermedad celíaca.
Como estos suplementos no están regulados, existe el riesgo de que contenga gluten no declarado, como se ha encontrado en otros suplementos dietéticos. Es decir, un suplemento comercial que dice tener una enzima para digerir el gluten no hace que el consumo de gluten sea seguro para las personas con enfermedad celíaca.
Para aquellos con insuficiencia pancreática exocrina
Estas enfermedades son potencialmente mortales e incluyen pancreatitis crónica, pancreatitis aguda, fibrosis quística, cáncer de páncreas y síndrome de Schwachman. Las personas diagnosticadas con estas condiciones pierden peso y excretan 15 gramos o más de grasa fecal diariamente.
Las enzimas pancreáticas utilizadas en estos casos se dividen en tres grupos, según la función de la enzima. Se clasifican en las que rompen las proteínas, las especialistas en azúcares y las que degradan las grasas, como la lipasa. La dosis diaria de estas enzimas está directamente relacionada al diagnóstico, la etapa de la insuficiencia y características de la persona, como la edad y el peso.
Las formulaciones disponibles comercialmente vienen sin cubierta entérica o con cubierta entérica. La que tiene cobertura facilita el paso de las enzimas ingeridas a través del ácido del estómago y del duodeno.
Antes de tomar cualquier tipo de enzima digestiva es necesario que consultes a tu médico. Te ayudará a identificar la enzima correcta para el tipo de nutriente que te causa el problema.
Referencia principal
Ianiro, G., Pecere, S., Giorgio, V., Gasbarrini, A. & Cammarota, G. (2016). Digestive Enzyme Supplementation in Gastrojntestinal Diseases. Current Drug Metabolism, 17(2):187-193.