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La Coenzima Q10 (CoQ10) es un nutriente similar a las vitaminas. Es esencial en la producción de energía, que nuestras células utilizan para su crecimiento y mantenimiento. Es decir, la CoQ10 convierte los productos del metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas en energía. Los tejidos con las demandas de energía más altas suelen contener grandes cantidades de CoQ10, incluidos el corazón, el hígado y los riñones. En los tejidos y órganos que se encuentra, tiene la capacidad única de actuar como un potente antioxidante destruyendo los radicales libres.
La CoQ10 se encuentra tanto en plantas como en animales, sin embargo, los productos de origen animal proveen la mayor cantidad. Aun así, la contribución de las fuentes alimentarias es limitada. Los vegetales con cantidades considerables de CoQ10 son el brócoli, la espinaca, los aceites de soja, canola y palma; las nueces y las legumbres (fríjoles o habichuelas).
Nuestro cuerpo produce suficiente Coenzima Q10, pero sus niveles disminuyen con el envejecimiento. La disminución de este poder antioxidante junto con una mayor producción de radicales libres pueden crear estrés oxidativo contribuyendo al desarrollo de diversas enfermedades. En ausencia de un suplemento y con la limitada aportación proveniente de los alimentos, nuestro cuerpo dependerá únicamente de la producción endógena (interna).
Beneficios de la Suplementación
Enfermedades Cardiovasculares. Se ha demostrado que las personas con enfermedades cardiovasculares tienen deficiencia de CoQ10. Se piensa que esta carencia es una de las causas de la hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad de las arterias coronarias (corazón). La disminución de la CoQ10 provoca más estrés oxidativo del que ya aportan estas enfermedades.
La CoQ10 se ha utilizado con éxito para tratar enfermedades del músculo cardíaco como la insuficiencia cardíaca y el fallo cardíaco congestivo. También ha tenido beneficios en ciertos individuos al disminuir la presión arterial por su efecto directo en el endotelio vascular (tejido interno de los vasos sanguíneos). Se argumenta que al reponer la CoQ10 en personas con enfermedad cardíaca se previene el daño oxidativo a los tejidos y por lo tanto el daño al miocardio (tejido muscular del corazón).
Diabetes. Las concentraciones de la CoQ10 en personas con diabetes han mostrado resultados contradictorios debido a la naturaleza de la enfermedad. Una persona con diabetes puede estar deficiente o adecuada en CoQ10 en comparación con individuos sin diabetes. No obstante, se ha demostrado que los medicamentos hipoglucemiantes reducen las concentraciones de CoQ10 y su suplementación en pacientes con diabetes se ha relacionado con mejores niveles de azúcar en sangre.
Enfermedades Neurodegenerativas. Se ha demostrado que las concentraciones de CoQ10 están disminuidas en pacientes con la enfermedad de Alzheimer. También, estudios indican que la CoQ10 se vuelve condicionalmente esencial en pacientes con Parkinson y que la suplementación puede ser beneficiosa.
Cáncer. Algunos estudios en ratas de laboratorio han demostrado que la suplementación con CoQ10 tiene potencial terapéutico contra el carcinoma hepatocelular. También se ha demostrado que el uso de CoQ10 es eficaz reduciendo el estrés oxidativo en pacientes con cáncer de mama que reciben quimioterapia.
Actividad Física. Se sabe que el aumento de la intensidad y la duración de la actividad física pueden producir radicales libres durante la sesión de ejercicio. Como antioxidante eliminador, se ha sugerido que la suplementación con CoQ10 antes del ejercicio podría proteger las células musculares y mejorar el rendimiento físico.
Interacción con Medicamentos
Algunas investigaciones sugieren que los niveles de la CoQ10 se reducen con el uso de estatinas o medicamentos para bajar el colesterol, como el Lipitor®, Zocor®, Crestor®, Pravachol®, Lescol®, Mevacor® y Livalo®. El mecanismo de cómo las estatinas causan una disminución en los niveles de CoQ10 independientemente de la reducción de los niveles de lípidos aún no está claro.
Otros medicamentos que reducen la producción y agotan la CoQ10 son los bloqueadores β. Estos compuestos, especialmente el propranolol, se usan para tratar la hipertensión. En algunos pacientes, el medicamento afectó negativamente la función del músculo cardíaco al inhibir el trabajo de importantes enzimas de la CoQ10. Se sugiere, que la suplementación concurrente con CoQ10 puede ser beneficiosa para compensar este efecto dañino. Aunque no hay suficiente evidencia clínica, se especula que la CoQ10 podría anular la actividad anticoagulante de medicamentos como la warfarina. Además, se ha demostrado que la CoQ10 ofrece cierta protección contra la posible toxicidad de la amitriptilina (Elavil®), un fármaco antidepresivo.
Efectos Secundarios. Los suplementos de Coenzima CoQ10 pueden causar malestares gastrointestinales, dolor abdominal, diarreas, náuseas, dolor de cabeza, pérdida de apetito, insomnio, fatiga, erupciones en la piel, mareos, sensibilidad a la luz, irritabilidad y flatulencia (cantidad excesiva de gases intestinales). Consulta a tu médico antes de tomar un suplemento de Coenzima Q10.
estrés oxidativo: proceso que se produce en nuestro cuerpo debido al exceso de radicales libres y a la falta de antioxidantes para contrarrestarlos, causando que las células se oxiden afectando sus funciones y dañándolas, aumentando el riesgo de enfermedades graves
radicales libres: moléculas producidas diariamente por nuestro organismo como resultado de los procesos celulares, aunque son necesarias, en cantidades excesivas a lo largo del tiempo dañan las células
Referencias: Rodick, T. C. et al., (2018). Potential Role of Coenzyme Q10 in Health and Disease. Nutrition and Dietary Supplements, 2018(10):1-11.
Cirilli, I. et al., (2021). Role of Coenzyme Q10 in Health and Disease: Au Update on the Last 10 Years (2010-2020). Antioxidants (Basel), 10(8):1325. doi: 10.3390/antiox10081325