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Los insectos comestibles tienen el potencial de ayudarnos a resolver algunos de los problemas que amenazan nuestro medio ambiente. Por ejemplo, la erosión de la tierra para cultivo, la disminución de agua disponible para riego y la inseguridad alimentaria.
Su producción requiere menos tierra, produce menos gases de efecto invernadero y consume menos agua y alimento en comparación con la carne de res o cerdo. Esta sostenibilidad representa una excelente estrategia global para la seguridad alimentaria y el cambio climático.
Los insectos son extremadamente eficientes en convertir la materia orgánica en proteína y energía, en comparación con los animales. También tienen la capacidad de alimentarse de varias fuentes de alimentos. Por esta razón, los insectos comestibles son una opción ecológica para el futuro de los sistemas alimentarios del mundo.
Investigaciones
Las investigaciones en insectos comestibles se han desarrollado rápidamente durante la última década. El consumo de estos insectos está superando rápidamente su estado de novedad. Están comenzando a ser considerados seriamente como alimento para humanos y animales a nivel mundial.
Cada mes se generan nuevos hallazgos y se aumenta la producción de insectos comestibles en muchas regiones del mundo. La mayoría de los insectos producidos comercialmente, se utilizan como aperitivos, meriendas, barras nutritivas o energéticas y productos novedosos.
Algunas de las especies de insectos comestibles más estudiadas son:
Tenebrio molitor | Allomyrina dichotoma |
Zophobas morio | Protaetia brevitarsis |
Musca domestica | Teleogryllus emma |
Hermetia illucens | Gryllus bimaculatus |
Alphitobius diaperinus | Acheta domesticus |
Eulepida mashona | Romalea microptera |
Henicus whellani | Zophobas morio |
Nutrición
Las investigaciones indican que el perfil de aminoácidos de las larvas enteras y su extracto de proteína contienen altas cantidades de todos los aminoácidos esenciales. Es decir, son fuente de proteínas de alta calidad. También señalan que cuentan con cantidades importantes de fósforo, hierro, zinc, potasio, calcio, magnesio y manganeso. Aunque la biodisponibilidad de estos minerales se reduce un poco durante la cocción.
Los insectos también tienen grasas (particularmente Omega 3 y Omega 6), fibra y vitaminas, como la B2, B5, biotina y ácido fólico. Además, contienen compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antidiabéticas. Ciertos estudios han encontrado que los extractos de larvas de insectos mejoran el metabolismo y contribuyen a la prevención de enfermedades relacionadas con la obesidad.
Las proteínas, las grasas y los carbohidratos representan alrededor del 90% de la materia seca total de los insectos comestibles. Mientras que el 10% restante proviene de otros componentes orgánicos como fenoles y ácidos nucleicos. La distribución de los macro-nutrientes en función de su materia seca es de:
- 15 – 21% carbohidratos
- 40 – 75% proteínas
- 13 – 49% grasas
Seguridad
Los insectos comestibles pueden ser una fuente potencial de contaminantes. Por ejemplo, metales pesados, residuos de pesticidas y toxinas producidas por ciertos hongos. Sin embargo, se afirma que la producción de insectos criados en granjas controladas, es segura para el consumo humano. Aunque se señala que el consumo de insectos recolectados en la naturaleza puede presentar riesgos si no se manejan adecuadamente.
Las investigaciones destacan la necesidad de procesos adecuados de inactivación microbiana, como el escaldado, el secado por congelación y la esterilización. Esto métodos ayudan a garantizar la seguridad de los productos derivados de insectos.
Estos insectos podrían crear alergias, especialmente en personas con sensibilidad a los crustáceos, debido a la similitud de proteínas alergénicas. Otros riesgos son la exposición a los peligros biológicos (bacterias, virus, parásitos) y a los físicos, como las partes indigestibles de los insectos (alas y patas).
A pesar de su potencial, la seguridad de los insectos comestibles sigue siendo un desafío, especialmente en términos de regulación. La mayor parte de los insectos comestibles aún se recolectan en la naturaleza, lo que plantea riesgos de sobre-explotación y disminución de la biodiversidad.
Referencias principales
Conway, A., Jaiswal, S. & Jaiswal, A. K. (2024). The Potential of Edible Insects as a Safe, Palatable, and Sustainable Food Source in the European Union. Foods, 13(3):387. https://doi.org/10.3390/foods13030387
Gnana M. E. U., Karunanithi, S., Gupta, R.K., Rout S. & Srivastav. (2023). Edible Insects as Emerging Food Products-Processing and Product Development Perspective. Journal of Food Science and Technology, 60(8):2105-2120. doi: 10.1007/s13197-022-05489-y.
Omuse, E.R., Tonnang, H.E.Z., Yusuf, A.A., Machekano, H., Egonyu, J. P., et al. (2024). The Global Atlas of Edible Insects: Analysis of Diversity and Commonality Contributing to Food Systems and Sustainability. Scientific Reports, 14:5045. https://doi.org/10.1038/s41598-024-55603-7