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La lecitina es el componente principal de la membrana que cubre los lípidos o grasas en nuestro cuerpo y se utiliza para dar mantenimiento a dicha membrana. Es el principal integrante de las lipoproteínas, como la LDL (colesterol “malo”) y la HDL (colesterol “bueno”). Las lipoproteínas, incluida la lecitina, son las responsables de transportar la grasa y el colesterol en la sangre. Las fuentes principales de lecitina en los alimentos incluyen: hígado de res, yema de huevo, habichuelas soya, maní, espinaca, legumbres (habichuelas, frijoles) y germen de trigo.
Suplementos de Lecitina
Los suplementos de lecitina son derivados principalmente de las habichuelas soya y son una mezcla de diferentes grasas. Este tipo de lecitina se usa también como estabilizador o emulsificador en la margarina, mantecado, aderezos, galletas y productos de repostería. En estos productos, la lecitina permite combinar dos ingredientes que de ordinario no pueden mezclarse, como el aceite y el agua.
La lecitina en los suplementos y en los alimentos, se descompone en nuestro intestino por la enzima lecitinasa. Este proceso no permite que la lecitina (de cualquier fuente) ayude a disminuir los niveles de colesterol en sangre, como algunos piensan. Sin embargo, la lecitina en suplementos se ha utilizado con cierta efectividad en el tratamiento del Alzheimer y del Parkinson. Estas condiciones están asociadas a la disminución del neurotransmisor acetilcolina. Este neurotransmisor requiere en su estructura la vitamina colina y la colina es parte de la lecitina. No obstante, la literatura científica confiable en esta asociación es muy escasa.
Lecitina y Alzheimer
La lecitina se convierte en el neurotransmisor acetilcolina y su consumo aumenta las concentraciones de este neurotransmisor en el cerebro. Un estudio publicado en 2014 en la revista Advances in Therapy demostró “una influencia positiva en la memoria, el estado de ánimo y la cognición” luego que 90 pacientes de Alzheimer tomaran un suplemento de lecitina de soya. Esta suplementación también “mostró un efecto estabilizador sobre el funcionamiento diario, el estado emocional y el estado general auto-informado” en estos pacientes.
Lecitina y Parkinson
Un estudio publicado en 1980 en el Journal of Neural Transmission (volumen 47, páginas 319-335) concluyó que la demencia progresiva de la enfermedad de Parkinson podría ser reversible. Los investigadores trataron a 10 pacientes de Parkinson y demencia con un promedio de 20 miligramos diarios de lecitina, junto con su tratamiento de levadopa (medicamento para Parkinson). Los pacientes mostraron “una disminución en los síntomas de confusión, alucinaciones y pesadillas”.
Lecitina y Cansancio. Un estudio publicado en 2018 en el Nutrition Journal encontró que dosis altas de lecitina (1,200 mg/día) aumentaron la energía en un grupo de 27 mujeres de 50 años (promedio) que se quejaban de cansancio (fatiga). También, les redujo la presión arterial diastólica.
Efectos Secundarios. La lecitina parece ser segura como suplemento en dosis de hasta 30 gramos diarios durante un máximo de 6 semanas. Los efectos secundarios observados han sido diarrea, náuseas, dolor de estómago y sensación de llenura o saciedad. La lecitina puede provocar reacciones alérgicas en personas con alergia al huevo o la soya.
Resumen: La suplementación con lecitina parece ser segura excepto en las personas con alergia al huevo y a la soya. Sin embargo, no hay suficiente evidencia científica para justificar la suplementación con lecitina, a pesar de las investigaciones prometedoras en Alzheimer, Parkinson y cansancio. Queda a discreción del consumidor utilizar o no el suplemento.